Ya unos cinco siglos a.C. Platón, en su obra "La República" refiriendose a la justicia, llegó a poner en boca de Trásímaco que: "la justicia es el interés del más fuerte porque esto es precisamente lo que dicta la naturaleza. Las leyes no son sino una creación de los más fuertes para protegerse de los más débiles"
Veinticinco siglos después parece ser que no nos hemos enterado, a tenor de cómo nos va. Nosotros no defendemos las huelgas ni las manifestaciones (siempre hay gente para llenar una plaza) con las que no se consigue nada excepto engañarnos a nosotros mismos. Defendemos una sola huelga, la general, la auténtica cuyo fin sea el de derribar el Sistema, claro está, si es eso lo que queremos.
La justicia se creó con buen fin para los particulares y se endiabló,-en lo social,- por los poderosos y los tiranos para beneficio propio.
Por otra parte Jesús, el judio, aportó: "Sabeis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor"
Creemos que necesitamos darle una vuelta a nuestro corazón para salir de este "infierno" porque como ha dicho Benedicto XVI: "El infierno está cerrado por dentro, por tanto, se puede salir"
La revolución de la conciencia debe de ser la próxima o no habrá solución aceptable.
La revolución de la conciencia debe de ser la próxima o no habrá solución aceptable.