jueves, 10 de septiembre de 2009

"El que se mueva no sale en la foto" Alfonso Guerra


Desde que Mario Conde entró en la dirección de Banesto el ala "dinosaurica", es decir aquellos que regían el banco durante décadas pero sin exponer sus patrimonios en sus acciones, sólo tenían una cosa en la mente: derrocar al advenedizo y hacerlo fracasar por cualquier medio. Es interesante consultar el libro "Asalto al Poder" de Jesús Cacho..
Cuando expresó sus opiniones económicas ( pero evidentemente políticas, dadas las sumas de capital de que se trataba,como estar en contra de la implantación del Euro) Entonces la clase política se sumó a la financiera en el acoso y derribo" del Conde".
El 28 de Diciembre -día de los Santos Inocentes- de 1993, Banesto fué intervenido. En ese día el banco no tenía ningún contencioso con sus empleados y absolutamente todos ellos cobraban sus nóminas en tiempo y forma.
Banesto necesitaba tiempo para que dieran resultado las estrategias empresariales en las que se había endeudado. No le fue dado.
En su libro "Memorias de un Preso" publicado hoy por Edt. MR del grupo Planeta dice que el Rey de España lo llamó ese día por teléfono y le dijo que estaba indignado con esa felonía. Que acababa de decirle a Felipe Gonzalez que a un banco en apuros no se le hunde sino que se le ayuda.
Estando o no de acuerdo con esa postura, lo que si es cierto es que esa ha sido la postura que han tenido con los bancos en este 2009.
Este lunes Mario, cumple 61 años y dice que sólo la fe en Dios le ha mantenido para poder soportar tanta villanía y tanta traición, amén de la muerte de su esposa Lourdes. ¡Feliz cumpleaños! le deseamos aquellos miles que le seguíamos y que vimos en él un guía inteligente y un aire fresco en donde más falta hacía. Lástima.

2 comentarios:

  1. Algún día alguien que se atreva juzgará al zar rojo,con todo lo bueno y todo lo malo que llegó a hacer en cuatro legislaturas. Por ejemplo, poca gente sabe que fue él quien instauró los denominados "sueldos basura".
    En fin...Todo se sabrá algún día, digo.

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  2. Espero. Por eso la historia hay que contarla después de mucho tiempo, ya que poco a poco van saliendo más cosas que cambian aquello que habían dicho los vencedores.
    No se puede ser juez y parte.
    Un abrazo

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