lunes, 14 de noviembre de 2011

De la nobleza y de los nobles


Con la constante aparición de Urdangarin en los mass media poniendo en entredicho su honorabilidad viene a mi memoria el plan reformista ilustrado del generalísimo Godoy el cual sentó tan mal a la nobleza.
Venía a decir este plan que si bien los títulos nobiliarios eran concedidos por hechos inigualables y de una importancia suprema para el bien del pueblo, y estos títulos iban a ser hereditarios,los beneficiarios habrían de aportar así mismo para bien del pueblo alguna actuación relevante y,en caso contrario perder el derecho a heredarlo.
Naturalmente os podeis imaginar cual fue la actitud de la nobleza española, a pesar de correr por suelo hispano el rio de la Ilustración.
Siempre he estado a favor de ese plan. Nunca entendí que porque un tatatatarabuelo había salvado al pueblo frente al enemigo su tatatatranieto pudiera seguir ostendanto el título de duque, por ejemplo.
En estos días acabamos de ver cómo el Rey de España ha nombrado a un futbolista(o pelotero, que dicen en mi pueblo) marqués del Bosque y pasará a ser hereditarios en el primogénitoa del titular. Pero ¿Qué ha hecho el futuro marqués para que España gane el mundial de futbol?
Lo primero que debía de hacer el Rey es retirarle el título nobiliario a Urdangarin si se descubre que sus conductas actuales no son nobles.

4 comentarios:

  1. ¡Ah, Luis, la aristocracia...! A mí me da igual que exista o no, pero que no nos cueste "los cuartos", por favor.

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  2. Aristocracia: el gobierno de los mejores. Aunque creo que hoy los nobles, en su mayoría no son los mejores

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  3. Gracias a que los títulos se transmiten con carácter perpetuo hemos tenido a un Gran Duque de Alba que fue el tercero de su título y superó con creces los logros del primero, a un quinto duque de Benavente que incrementó las glorias de su linaje y a un octavo del mismo título que sin duda ha sido el más importante de su casa y que logró tanto gracias al bagaje que heredó de su importantísimo linaje. Creo que a veces hay que hacer la vista gorda a uno o dos que salgan medianillos, pues cada poseedor de un título no es más que un guardián de un patrimonio histórico que debe pasar intacto de generación en generación, con la misión de imitar las virtudes de aquel que dio fama al linaje, y en muchos casos estas virutdes se repiten una y otra vez gracias al sistema premial de sabiduría milenaria.

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  4. Gracias Pepe por participar.
    Sigo creyendo que se puede mejorar bastante ¿no?
    Como todo, por otra parte.
    ¿Eres duque?

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