domingo, 8 de diciembre de 2013

El suicidio, un fallo social y espiritual

Hace unos pocos días nos vimos sacudidos por unas noticias que nos apenan sin remedio: dos personas de nuestra localidad cayeron desde lo alto de un balcón una, y desde un ático otra, proyectándose sobre el pavimento. Pasando a mejor vida. Una había recibido la noticia de una enfermedad grave de su mujer, no tenía trabajo ni nadie que se lo diera, le habían retirado "la paga" (por otra parte insignificante) Un atardecer, cuando las sombras eran solo las que producían las farolas, cayó desde un 4º piso. Pasando a mejor vida. No había pasado siquiera dos semanas cuando una chica de unos treinta años, incursa en un trámite de separación, con un hijo de seis años autista y otro de dos años diabético se precipitó desde un ático abrazada a su hijo pequeño perdiendo ambos la vida. Pasando los dos a mejor vida. Hasta aquí los hechos, pero rápidamente se nos viene a la cabeza un sentimiento de culpabilidad de una responsabilidad irresponsable; ¿qué parte de culpa tengo yo? porque tenerla la tengo. Creemos que la gran mayoría de los suicidios acontecen porque esas personas sienten soledad, desesperanza. ¿Soledad viviendo rodeados de personas? ¿desesperanza con una sociedad que pierde la fuerza por la boca con tanta justicia social y tanta igualdad y tantos servicios sociales? Pues sí, a pesar de eso soledad la maldita soledad entre el gentío informe y deshumanizado.
El fallo espiritual es el que considero producido por la falta de Dios entre nosotros.
Desde ambos sucesos me siento  entristecido y espero que Dios les haya devuelto a la vida les haya mostrado la luz.

5 comentarios:

  1. Es una pena. Personalmente conocía a pascual (kali) lo tenia ha mi lado todos los días y no me lo creo todavía,abro el bar todas las mañanas y miro para las ventanas esperando ke entre para tomarse su copa y darle un cigarro mientras hablábamos de nuestras cosas. Espero y deseo ke este mejor donde este. d. e. p.

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  2. Una pena, una pena. ¿No podía haber otra salida? ¿Lo dejamos sólo?
    Gracias Rafa

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  3. Esto es falta de caridad en las personas, nuestro egoísmo...
    Loreto

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  4. Unas reflexiones profundas, no exentas de complejidad y de sentido. De acuerdo en casi todo, pero me cuesta un poco reconocer mi parte de culpa, como sujeto individual, en las decisiones de los demás. Es verdad que, en cuanto ente social, puedo ser hasta cómplice o copartícipe en los problemas y desgracias de otras personas (todos las tenemos). Pero las decisiones que cada uno toma, en pleno uso de su libertad, le hacen a él responsable. Desde luego que hay elementos atenuantes o agravantes, pero no nos podemos culpar individualmente de todo lo que acontece alrededor. Más bien, nos debería espolear a ser mejores y a ayudar más a la gente. Y a acercarlas a Dios, como tú bien dices. Siempre que pasa una cosa de éstas, me acuerdo de lo que tú decías que decía tu santa madre: “eso es falta de Dios”. Bueno, que esto es muy jodido y muy difícil.
    Sidel

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  5. Sí:" Nos debe espolear a ser mejores y ayudar más a la gente"

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