miércoles, 14 de octubre de 2009

Hypatía de Alejandría


Ágora. La superproducción española cuyo coste asciende a más de 50.000.000 de Euros "esterlinos" y subvencionada con dinero público,y en la cual no hay un solo actor español, dice basarse en la historia de Hypatía allá por el 391 d.C. y con ese escaso bagaje -ya que no existe ni un sólo papel escrito de Hypatía- desarrolla una castaña de mucho "cuidao". Aunque muy bien montada y técnicamente irreprochable.
1º Los paganos, la gente más religiosa del mundo mundial, dominan la sociedad.
2º Temen una amenaza de unos tales llamados cristianos que siguen a un sólo dios.
3º Tales cristianos son salvajemente reprimidos
4º Posteriormente los cristianos, que eran muchos más de lo que pensaban los paganos, los derrotan y son estos, los cristianos, los que entonces, y pese a las enseñanzas de su propia doctrina, reprimen a los paganos.
Pasa que ahí el guión se ceba contra los cristianos hasta el escándalo y ya se recrea en él hasta el final. Naturalmente uno piensa: "otra patá al tiesto". Al tiesto cristiano, claro. Lo cual es lo propio del cine español, que no lo ve nadie ni gratis -en internés no se lo descarga ni el Tato.
Consideraciones: el cristianismo estaba prohibido en el Imperio Romano porque estos se negaban a enrolarse en el ejército, ya que las enseñanzas de Jesús eran de amor y de perdón, y su ejemplo en la cruz lo demostraba. No fue hasta el 313 d.C. (unos 80 años antes de los hechos que cuenta la película)que Constantino ofrece considerar al cristianismo como religión oficial de Roma a cambio de que estos engrosen las filas de las legiones romanas para luchar contra los bárbaros. Tal trato se cerró y firmó en el Edicto de Milán. Digo esto para llamar la atención sobre la circunstancia de que, entonces, el cristianismo se vió anegado de personas que no tenían nada que ver con las enseñanzas del rabino nazareno. No digamos nada de los que lo hicieron en los territorios del este de Roma, en este caso Alejandría (Egipto). Así pues parece ser que Hypatía fue muerta en una revuelta callejera a pedrada limpia, "come il´faut" por aquellos lares. En la película, sin embargo, Hypatía, es asfixiada para no herir la susceptibilidad de los que todavía siguen con esas lapidaciones hoy en día. HOY EN DÍA.
En fin. En el Cine Fuencarral se salió un tercio de los espectadores.
Ninguno tiró una piedra a la pantalla, ni dijo nada. Se levantaban y se iban.
Una pena porque otra vez el guión, siguiendo los intereses políticos del que paga - en este caso el "Estado español. Gobierno de España y Canal Plus"
Pd.¡Ah! y menos mal que no salen follando.(con perdón)

6 comentarios:

  1. No puedo opinar porque no he visto la elícula.
    No sabía lo de Constantino y tal.
    Sigfrid

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  2. Los comentarios de la película me parecen muy atinados.

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  3. No entra en mis planes el verla, Luis. Se falsea bastante la historia sobre una mujer de la que apenas se sabe nada. Por otro lado, las religiones, antes de que se vean apoyadas por el Poder, son casi todas buenas y susceptibles de ser seguidas; luego, cuando tocan "trono", se parecen las unas a las otras una barbaridad. Tal es el caso del cristianismo y de las demás religiones. Los cristianos primitivos y los actuales se parecen muy poco; basta con darse una vuelta por una bibiloteca primero e informarse de los primeros, y luego comparar lo leído con lo que se puede palpar en las calles de los países llamados así mismos "cristianos". De todas formas, no hace falta investigar mucho; con leerse con calma los evangelios bastaría para hacer la comparación. Algo bueno había en el mensaje crístico que molestaba a los paganos de aquel entonces...Algo bueno había en el paganismo, que siglos después molestó tanto a las autoridades cristianas. ¿El qué? Para mí la lucha por el Poder Terrenal.

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  4. Nosotros, los cristianos, nos parececemos a los que se comian los leones en el nombre.
    El poder terrenal... qué gran verdad en tan pocas palabras.
    Mis recuerdos a "aquellos pocos sabios que en el mundo han sido"

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  5. En primer lugar, he de reconocer que no he visto la película Agora, aunque siento cierta curiosidad, por lo que mi comentario no va dirigido a ella sino a lo que de la iglesia se dice en los anteriores comentarios.

    Hace poco que soy lector de “plazamayor”. Pido disculpas por la tardanza de este comentario a consecuencia de ello. De todas formas no soy muy dado a comentar porque entiendo en profundidad de muy pocas cosas, pero en esta ocasión no puedo mantenerme callado porque explotaría. Me da mucha pena que se ataque a mi madre espiritual y me alegra al mismo tiempo de que Dios me dé la oportunidad de intervenir para defenderla.

    Antes de explicarme quisiera decir que no pretendo dar lecciones de nada. Me creo sinceramente el menos indicado para hacerlo. Simplemente manifestar mi desacuerdo con vosotros, Shley y Horrido.

    Reconozco que soy un inculto en cuanto a la historia se refiere. Sin embargo considero que la historia de la Santa Madre Iglesia se puede estudiar sin comprenderla, como se puede estudiar la Biblia sin entender nada. No estoy diciendo que esto sea así en vuestro caso, naturalmente. Simplemente estoy diciendo que no se puede describir simplemente como si de un historiador se tratase. Hay que meterse además dentro de la Iglesia, vivirla, aprender a amarla, dejar que ella nos enseñe quien es nuestro Padre y aprender de El.

    La historia de la iglesia católica es también la de cada uno de sus fieles que han hecho carne en si mismos la buena noticia de El Salvador, sin dejar por ello de lado las virtudes y los pecados de cada uno de ellos, sobre todo estos últimos. En esta historia, la de cada uno de sus fieles, es donde realmente el Sr. se hace carne con su iglesia. De esto, si me permitís es de lo que voy a opinar porque algo he vivido en este sentido, aunque no todo lo que yo quisiera.

    Particularmente, estoy con todos y cada uno de los herederos de Pedro. El Sr. dijo: “Lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo”.Es necesario estar con ellos para entrar en obediencia y es necesaria esta última para ser guiado. Si alguno quiso, en su mandato ganar “Poder terrenal”, no lo sé, no soy yo quien para juzgar sus acciones, ni creo que fueran todos. También ellos están sujetos al pecado y a sus limitaciones intelectuales y como todos los hombres pueden ser atacados por el maligno o confundirse a la hora de intentar cumplir su misión, que en el caso de todos los defensores de la fe es la de dar a conocer y extender el evangelio.

    Que la iglesia se ha confundido y es pecadora no voy a negarlo porque la propia iglesia ha pedido perdón por ello, pero no por eso es menos Santa porque Santa es su Cabeza, Jesucristo y ya cuenta El con la imperfección humana. Lo contrario que nosotros que nos criticamos unos a otros porque no podemos soportar nuestras limitaciones y defectos.

    Un saludo.

    Rafa

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  6. Continúo el comentario anterior, a riesgo de aburrir, puesto que la aplicación no me lo que ha dejado enviar junto:

    En cuanto al número de fieles verdaderos cristianos- no los que nos hacemos llamar así- ¿Quién dijo que tengan que ser muchos, verdad?. Realmente en todas las épocas han sido pocos. Para ser luz, sal y fermento bastan solo los necesarios, los que realmente iluminan el mundo y enseñan al resto donde esta el norte y la verdad inamovible. No podemos confundir, por tanto, los que son y los que no son.

    Para extender el evangelio los cristianos siempre han sido perseguidos, llegando a ser mártires, incluso en la actualidad. Eso muestra que la estrella sigue brillando y alumbrará a todo ser eternamente porque dice el Sr. “El poder del maligno no prevalecerá” y lo creo sinceramente.

    Existen también ahora leones que se comen a los cristianos, Luis y estos muestran tanto valor y fe como en la época de Roma. ¿No ha habido recientemente mártires en varias partes del mundo por el hecho de anunciar el evangelio? ¿Crees que alguien es capaz de arriesgar su vida si realmente no le va en ello la vida?. Todo esto sin hablar, pero hablando de los santos-sin pecado-, inocentes que mueren diariamente y que la iglesia defiende y hace suyos, como víctimas y mártires de la persecución, la hipocresía y la confusión de nuestra civilización. Convendrás conmigo en que jamás ha habido tantos.

    Para una vez que hablo, siento haberme extendido, pero quería dejar clara mi postura.
    Gracias por la oportunidad.

    Un saludo.

    Rafa

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