BAR OLIMPIA

Nunca he sido amante de las novelas. Sí de las biografía, historía, o ciencia porque con ellas siento que aprendo algo que existe, ha existido o existirá, en el caso de las lecturas científicas. Pero si que entiendo perfectamente a aquellos que les encanta leer novelas (en casa tengo quien las devora) pues se meten en un mundo y en unas situaciones que les atraen y divierten pero a mí no, y esto es porque son inventadas, no han existido, son falsas, imaginadas, en fin, una perdida de mi tiempo. 

Siempre me ha gustado desde pequeño oír a aquellos mayores incluida boina- que te los encontrabas en Las Ramblas o junto al río, tal vez en La Hoya o en El Remanso... Tenían una sabiduría que me subyugaba me atraía. Hablaban de todo y de todo tenían una clara visión y unas soluciones tan sencillas y sabias que me imantaban. No tenían estudios, claro, pero sí una inteligencia natural mágica, sencilla y "alemana". Me recordaban a las tertulias del fondo de las farmacias y de la Librería Anibal, mas a estos los entendía menos y además me echaban ¡Uhm!

Hoy en día y a mis años, me encanta ir al Bar Olimpia y sentarme al fresco con el pueblo auténtico, no con los de la "Puerta del Sol" sino con el verdadero los cuales platican de historias y anécdotas y un sin fin de novelas propias  -estas vividas y existidas- las cuales han marcado su vida por este mundo. 
Saben de política, destrozan con el verbo al que les da la gana porque pueden y porque quieren, debaten lo mismo sobre la recogida de las tápenas y los tallos o de como encofrar o donde pescar el black bass, también sobre la Feria de san Isidro, de este año y de los de antes, de las enfermedades y los médicos, de los Bancos y banqueros y... ¿cómo no? Sobre la María. Sobre la hija de Matias. La de "mira que se va a caer" o la del "No pué séh que con eso que lleva - generalmente en la parte delantera- se pase  hambre en el mundo" o   con la del "anda  que no anda ná"

Me atrae, me rejuvenece, me enseña y me gusta, por eso los traigo a todos a un lugar de honor a este blog.

Todos ellos son España más auténtica que  la de la Selección de futbol.

Pd. Eso sí: Cuidao cuando "el Rafa" está de "malafollá" como buen camarero madrileño.